Por: Eucadio Gutiérrez Solano

La libertad de prensa que claman los adoloridos perdedores de las elecciones y que siguen en la vanguardia de la lucha encarnizada contra el presidente Pedro Castillo Terrones, es el grito con rifles y chavetas en las manos, para acallar e intimidar al pueblo peruano que votó por el cambio y la moral del suelo patrio, tras 200 años de cautiverio, miseria y explotación, sólidamente petrificados para protegerse. 

“Santo Dios”, decía un periodista de la catacumba, defensor de la corrupción, que nació y se nutrió con el sudor del pueblo. Nosotros, diríamos, “Santo Dios”, los escribientes y hablantes, que se dan cabezazos y saltan hasta el techo, como loros hablantes, encabezados por Radio Programas, liderados por Fernando Carbayo y Mónica Delta, los que se agañotan hablando sobre la libertad de prensa, cuando en el fondo no saben lo que es libertad de prensa que el pueblo requiere, sino que luchan por la libertad de prensa en defensa de sus propios intereses.

La libertad de prensa significa ser responsable con lo que se dice. La prensa educa, orienta, da mensajes positivos con la verdad en las manos. Es constructor y mensajero de la paz y unidad, con equilibrio, como patrimonio de la libertad del ser humano. En opinión, de los periodistas que claman plegaria, la verdad está en juego. Y, la verdad está en función a la doctrina donde está encasillado el periodista, vale decir, el mensaje, que eructa, se nutre y expande en 2 vertientes: en el mundo capitalista, o en el escenario socialista. Además, está en juego su grado de preparación y la doctrina filosófica que es su caldo de cultivo profesional. De otro modo, para hablar de la libertad de prensa, que es muy amplia, el sujeto mensajero debe ser un profesional competente, con basto conocimiento, con valores morales, y no un simple farsante, contratado para ser piraña y sicario de lo que ellos llaman liberta de prensa.

De acuerdo como hemos observado RPP, el abanderado de la prensa capitalista, columna vertebral de la extrema derecha, donde los valores humanos está en segundo lugar; en cambio, la mano de obra y la plata están por encima de la persona. De modo, sus comentarios y enfoques están parcializados a favor de la explotación y vigencia de la miseria y el hambre. La injusticia y explotación miserable no se ven. Comida y hartazgo para pocos; abandono e injusticia para la gran mayoría. Dicho de este modo, la prensa nacional es extremadamente capitalista. Para los voceros, de la extrema derecha: la injusticia, corrupción y discriminación no existen. De todas las pocilgas, saltan los llamados periodistas, forjados y disciplinados, en la doctrina capitalista, para acallar e intimidar al pueblo peruano que vivió sometido y explotado durante 200 años de vida republicana. Estos miserables nunca estarán de acuerdo con el gobierno del profesor Pedro Castillo. Así lo vemos, atrincherados en sus fortines, llamados empresas periodísticas, que recibieron millones de soles, en la salita del SIN, hoy gritando -a todo pulmón- contra el presidente Castillo, decididamente para vacarlo, inventando fantasmas y dando miedo a la gente ingenua. El ataque canallesco y neuropático de la prensa, fortín de la derecha, se ve a cada instante. Latina, ATV, Panamericana, América, los periódicos, y hablantes … tienden emboscada contra el presidente peruano.

A quienes conocemos la libertad de prensa, el teje y maneje de los farsantes, hace más de 50 años, nunca nos podrán engañar, brinquen lo que brinquen, lloren lo que lloren, porque sus lágrimas son de cocodrilo. Quedará para la historia la actuación monolítica de la prensa capitalista, que pretende vacar al presidente Pedro Castillo. Las infamias que se fabrican son conocidos en el mundo.  Libertad para los poderosos; opresión y cárcel para el pueblo.

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