Por: Eucadio Gutiérrez Solano

Esta mañana la prensa nacional dio cuenta del crimen perpetrado contra una adolescente por un celular. Tremendo dolor para los familiares.

A diario suceden los hechos de sangre, donde los delincuentes parece que tienen protección gubernamental. Los asesinos se pasean en las narices de los policías. La proliferación de los criminales son negocio de los fiscales y jueces, dicen los agraviados. En tanto la PNP hace la investigación y al día siguiente nuevamente los forajidos andan robando. Según la razón y sentido común, el presidente Sagasti y el Congreso, de marras, que se van, son los protectores de los delincuentes. No hay nada que hacer, las cosas son tan claras y cristalinas.

En tiempo de Sagasti y el Congreso, pestilente, se han producido más de 100 crímenes. A estos sátrapas no les ha importado nada, teniendo en las manos la solución. Por su parte, la prensa cloacal nunca ha hecho una campaña para frenar la delincuencia, sino usó como noticia, narrando las secuencias del suceso criminal, dando morbosamente conformidad al suceso delictuoso... Tanto el presidente Francisco Sagasti, el figuretti No. 1 del Perú, y el Congreso vil y canalla, parecieran ser los jefes de la banda de los criminales.

El Congreso pudo haber emitido una ley para castigar con severidad a los delincuentes que han matado por centenas. No lo hizo, demostrando inhumanidad y complicidad con los criminales. Los ladrones han hecho lo que han querido con el pueblo, matando y robando a cada instante, poniendo en zozobra a la población. A Sagasti y al Congreso no les interesó las lágrimas y la sangre derramada. En múltiples ocasiones hemos visto, si un PNP mata a un delincuente, es encarcelado. Cuando el pueblo en defensa propia mata a un criminal se va preso, pero más plata para fiscales y jueces corruptos.  Hace poco mataron un policía en Chincha, el asesino anda suelto por las calles, así de fácil. ¿Cuál es el costo de la libertad de los criminales? 20 mil solefacios, nada más, cuesta la libertad.

La esperanza del pueblo está en el presidente Pedro Castillo Terrones que, este 28 asume los destinos del Perú. Ojalé que el presidente entrante, y el circo que es el Congreso, sepa actuar a favor del pueblo, y ponga fin a los criminales, que ha hecho su imperio durante el gobierno de Francisco Sagasti, un personaje extraño que cuidó por aire, tierra y mar la llegada de las vacunas. Insólito pero cierto.

No más muertes. No más robos. No más inseguridad, clama la población peruana. Las víctimas lloran las pérdidas de sus familiares y en el desamparo en que se quedan.  Debe detenerse las muertes, la sangre derramada y las lágrimas. Es hora de actuar. Ojalá que los ronderos tomen parte en la acción de limpieza y protección a los humildes pobladores.

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