La prisión de hombres de Pademba, en la capital de Sierra Leona, fue construida hace casi un siglo para 324 reclusos, pero en la actualidad alberga a más de 1.900.
En ella hay menores que llegan por vivir en la calle o robar un móvil, sin antecedentes, sin juicio y sin que sus familias lo sepan. Comparten celda con adultos y sufren todo tipo de abusos.
Chennor y John son dos exreclusos que sufrieron en ella todo tipo de humillaciones cuando eran menores de edad: una comida al día, sin agua, violencia física, verbal y sexual… Sobrevivieron a Pademba y salvaron su vida gracias a la ayuda de los misioneros salesianos.
La Prisión de Pademba es sólo un ejemplo. Cada año más de un millón de menores en el mundo son privados de libertad y para muchos, somos su única esperanza.
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