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A propósito de 'chapa a tu choro y déjalo paralítico' - VIDEO

¿De dónde vienen los delincuentes? ¿Caen tal vez del cielo o del infierno?


 

Por: Oswaldo Carpio Villegas - Profesor en Marketing Político

En estos días siniestros, se ha “ideado” la frase malévola “chapa a tu choro y déjalo paralítico”. Un gran grupo de ciudadanos han acogido la idea y la ha viralizado pasando de las redes sociales a la realidad y a los medios de comunicación que la han convertido en motivo de campañas malévolas.  Como resultado de ello hay varios delincuentes comunes duramente golpeados y se ha generalizado la idea de “agarra a tu choro” con las siguientes variantes: “agarra a tu congresista”, “agarra a tu juez”, “agarra a tu fiscal”, “agarra a tu policía”, “agarra a tu candidato” y un largo etcétera.  Se han puesto al descubierto las frustraciones ciudadanas y rencor que anida entre los ciudadanos al comprobar la impunidad en todo orden de cosas.

Nos hemos preguntado, sin embargo, ¿de dónde vienen los delincuentes? ¿caen, tal vez, del cielo? Pareciera que nadie ha formulado la pregunta ni la ha respondido. Es cierto que nos encontramos con distintos tipos de delincuentes. Los hay de cuello y corbata. Los que se forman en los partidos políticos o lo que delincuentes que consideran que “la plata está botada” en la política e incursionan en ella con el objetivo de robar. Allí tenemos a Benedicto Jiménez, Rodolfo Orellana Rengifo, César Álvarez ex gobernador regional de Ancash, Gregorio Santos de Cajamarca, Wilfredo Oscorima de Ayacucho, Gerardo Viañas de Tumbes, Luis Aguirre de Madre de Dios, Jorge Acurio de Cusco y la lista puede seguir: fugados, enjuiciados, protegidos por el poder. A esa lista hay que añadir a los candidatos que tienen procesos por asesinato, crímenes de lesa humanidad, contra el patrimonio, peculado, asociación ilícita para delinquir, abuso de poder de altas autoridades del país que actúan con descaro.  En la política y en el poder hay delincuentes que visten de cuello y corbata. Son avezados y malvados. Roban astutamente. Hay voluntad de robar. Existe, entonces, una delincuencia política que nace en los partidos, es defendida por éstos y en el Congreso de la República, además en el Poder Judicial y el Ministerio Público. Los organismo de control se ponen de perfil. De allí surge el mal ejemplo.

Tenemos, de otro lado, la delincuencia común. ¿Cuál es su origen?. Los delincuentes comunes,  ¿caen del cielo o del infierno?  Salen de los hogares, de los barrios y de las escuelas. No son resultado de una presencia demoniaca. Los padres, los familiares, la sociedad son responsables de la existencia de niños, adolescentes y jóvenes delincuentes. Peor aún, de adolescentes y jóvenes asesinos.

¿Qué ha sucedido en la sociedad peruana y latinoamericana para que los jóvenes hayan caído en el mal banal, el mal cotidiano y el mal radical expresado en acciones de enorme frialdad e insanía?

Los delincuentes tuvieron un padre que probablemente los abandonó y, si estuvo, hubiese sido preferible que no estuviera. El 35% de las familias en el Perú no tienen padre. La madre es padre a la vez. Individuos que engendran y fugan. Engendran y no entregan un céntimo por el hijo. Engendran y no reconocen al hijo creado. Incluso el mal ejemplo se produce en el centro mismo del poder con un ex presidente que no quiso reconocer a su hija y otro que lo reconoció pero humillando a su esposa, actuando bajo el más desagradable de los machismos. El mal ejemplo empezó en el vértice del poder.

Pero, además de la ausencia del padre, encontramos que en nuestro país, más de 300 mil adolescentes son madre anualmente. La cifra es oficial pero tal vez hay más. Ellas traen al mundo, en una década, 3 millones de niños. ¿Esas madres están preparadas? La mayoría no y las consecuencias son enormes: abandonan los estudios, se alimentan mal, no consiguen trabajo, reciben apoyo familiar con dificultad y se ven obligadas a trabajar en cualquier labor y, un porcentaje importante, se ve obligada a prostituirse para alimentar, vestir y educar a su hij@.

En América Latina, en el 2013, había 67,1 nacimientos por cada mil mujeres adolescentes. Segundo lugar en el mundo después de África Subsahariana, según información del Banco Mundial.

“En 2013, había 67.1 nacimientos para cada 1000 mujeres en este rango de edad en América Latina, poniendo la región en segundo lugar después del África subsahariana” y “esta tasa se está reduciendo más lentamente que en otras regiones”, ha señalado Sara Van Wie, especialista en temas de género del Banco Mundial.

En el Perú, departamento de Junín, en el año 2015, el promedio de madres adolescentes -15 a 19 años- se incrementó en un 5% durante los últimos once años. Asimismo, a nivel regional, el 40% de mujeres fueron madres por primera vez antes de los 20 años, mientras que un 13.2% de adolescentes gestantes ya eran madres.

En el año 2013, la Demuna de Huancayo informó que el 80% de las madres adolescentes conciben a sus hijos en estado de ebriedad.

¿Los hijos de madres adolescentes son delincuentes? No. Pero la ausencia de padre y las condiciones de pobreza generan las condiciones para ello.

Veamos, ahora, la violencia familiar, física y psicológica.

El Instituto de Salud Mental (INSM), informó que el 74 por ciento de los hogares es afectado por la violencia familiar, según declaró el señor Dr. Yuris Cutipa, Director Ejecutivo de Salud Colectiva que dio cuenta de la última encuesta demográfica y de salud familiar realizada en setiembre de 2013.

La Fiscalía Superior de Familia del Ministerio Público informó que del 2009 al 2014, en 5 años, Perú registró más de 851 mil casos de violencia familia.

Lima fue el departamento del país con más casos de violencia familiar (10.9 %). Arequipa seguía con el 10,4% de los casos. Lima Norte con 64 mil 973 casos, y finalmente Cusco con 52.720 casos (6.2 %). El Ministerio Público alertó que muchos de estos episodios terminan en feminicidio.

Se informó en el año 2014, que se habían producido 66 feminicidios y 174 tentativas; de los 66 crímenes y que la mayoría se produjo cuando la mujer decidió dejar a su pareja.

Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, en el 2013 hubo 65.853 denuncias por violencia familiar en Lima.  Se producen más de 100 denuncias diarias por violencia familiar en Lima.

¿De dónde provienen los delincuentes? Salen de los hogares disfuncionales, violentos; en hogares donde hay ausencia de padre o en donde hay padres violentos. La ausencia de padres en los hogares de madres adolescentes es otro factor a considerar por la pobreza, la ausencia de apoyo, las carencias de toda naturaleza y la inestabilidad emocional.

Se requiere trabajar en los hogares. Es preciso actuar, como señala el Banco Mundial en los siguientes asuntos: información y acceso a acceso a servicios de salud sexual y reproductiva; oportunidades educativas y económicas; luchar contra la pobreza; apoyar a las mujeres, grupos y etnias en situación de peligro; elevar la autoestima y generar las condiciones para que hombres y mujeres puedan construir un futuro distinto.

De otro lado, el Gobierno Nacional, los Gobiernos Regionales y las Municipalidades deben trabajar con la familia, los hogares, los adolescentes y los niños. Los delincuentes no caen del cielo ni del infierno. Es preciso asumir la responsabilidad real frente a una situación lacerante.






 

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