Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

El Perú está ante una afrenta. El poder Judicial y la Fiscalía han puesto en jaque al gobierno que está abocado llevar a efecto la moralización, donde por siglos el poder económico y la mafia tuvieron el control absoluto de todo el aparato judicial, y por ende manejaron el destino del Perú.

Nuestro país ha estado postrado, con septicemia por muchos años en manos de jueces venales que hicieron de las leyes su sustento, su modo de vida, para enriquecerse a costa de los litigantes. Indudablemente hubo magistrados de trayectoria honrosa, que evidentemente fueron pocos, frente a la mayoría de la masa corrupta, que hacía y deshacía los procesos judiciales. En estas 3 últimas décadas prácticamente se prostituyó el Poder Judicial.


 

Tenemos el caso de Chincha: denuncias y más denuncias jamás prosperaron. Las autoridades se burlaban de las denuncias del pueblo, porque eran limpiadas, para que brille como el oro de 24 quilates.  En una oportunidad una autoridad edil a quien le ganamos un juicio, socarronamente nos dijo: “me descuidé”. Se descuidó el millonario porque con la plata se puede comprar todo. Aquel hombre que nació en cuna de oro tuvo cerca de 20 procesos judiciales. Uno por crimen. En todos los casos fueron absueltos, con descaradas sentencias judiciales.

Los últimos hechos registrados a nivel nacional en el campo judicial y fiscalía nos dan asco y repugnancia, indignación. Algunos medios informativos y por las redes -el pueblo peruano- ha demostrado su rechazo, condenando los desenvolvimientos procaces de los poderes judicial y legislativo, que el blindaje a los malos magistrados es como los rayos del sol en una oscuridad, y el proceso de obstrucción de estos 2 poderes para frustrar la moralización que se lleva en el Perú, jamás hecho por gobierno alguno, por ser parte de la corrupción.

El asombro y exaltación del pueblo es cuando una supuesta organización criminal, tal vez una mafia, maneja el andamiaje escabroso del Poder Judicial. Es increíble, hasta este momento el ataque canallesco contra los magistrados Carhuancho, Pérez y Vela -extraordinarios magistrados competentes, corajudos y de conciencia nacional- y aún peor la exclusión de Carhuancho y las denuncias contra los leales jueces, que vinieron luchando por desterrar la corrupción. La acción heroica ejecutada por estos 3 honorables magistrados viene deteniéndose y cayendo al suelo; causando la alegría y festejo de los denunciados: Alan, Keiko, Villarán, PPK, Ollanta, y todos los implicados.  


 

Y, como si esto fuera poco, al ver el apoyo mayoritario del pueblo peruano que goza el presidente Martín Vizcarra, surge una “triple alianza”, contra natura: Apra, fujimorismo y la izquierda que, si bien no hay un pacto escrito, sino el deseo unánime de este clan perverso, de quitarle el respaldo de la población a Vizcarra; no interesándoles, en el fondo, la moralización y la lucha sin cuartel que se viene realizando, el Presidente Vizcarra, sino el caudal electoral, que para su pobre mentalidad la presencia de Vizcarra es peligrosa. Es decir, aunque no pueden verse entre ellos, constituyen una muralla que maneja la opinión pública.

Lo que también ha merecido el rechazo unánime es el encarcelamiento del valiente PNP, Elvis Miranda, en Piura, y el deceso, ayer, de otro custodio del orden (Escuadrón Verde), que se enfrentó con su arma de reglamento a un delincuente. Pero, el Poder Judicial, dando un escupitajo a la cara al presidente Vizcarra, al ministro del interior y al pueblo peruano, lejos de apoyar la lucha contra la delincuencia, hizo el espíritu de cuerpo, “solidarizandose” con el mal juez, argumentando indudablemente, falacias, que la misma ley les abren las puertas, por sus múltiples interpretaciones, la que coincide con el refrán “hecha la ley, hecha la trampa”.  De este modo el Poder Judicial nunca pierde. Mataron a un policía y liberan al criminal. La paradoja: El Poder Judicial encarcela a los policías y sueltan a los criminales.

En suma, como -se ve- todas las ratas se unen para repartirse, cual fuese su chacra, el territorio peruano. El destierro de la corrupción es cada vez más lento.  Este bloque que busca votos, tiene programado atacar todos los días al presidente Vizcarra, simplemente para bajar la magnitud del apoyo que tiene. Como se observa: los opositores, la delincuencia y la prensa corrupta están unidos umbilicalmente, espiritualmente.

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