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Educación y cambio climático

La educación es un instrumento fundamental en la lucha global contra la crisis climática. Creo que es el momento de esforzarnos en cambiar nuestro estilo de vida consumista por una cultura recicladora y ambientalista.

Durante mucho tiempo, en las frias alturas del mundo agropecuario de la sierra peruana, los ciclos de sequias y de lluvias, se sucedian de manera estable y regular, pero en los ultimas decadas toda ha cambiado ahora se suceden de manera irregular sin saber exactamente lo que va pasar dejando desconcertados a las poblaciones locales.
Durante mucho tiempo, en las frias alturas del mundo agropecuario de la sierra peruana, los ciclos de sequias y de lluvias, se sucedian de manera estable y regular, pero en los ultimas decadas toda ha cambiado ahora se suceden de manera irregular sin saber exactamente lo que va pasar dejando desconcertados a las poblaciones locales.

 


Por: David Auris Villegas - Escritor/Pedagogo
https://orcid.org/0000-0002-8478-6738
davidauris@gmail

 

Cuidar nuestro planeta y disminuir la contaminación ambiental es uno de los desafíos más importantes en la actualidad, aparte de las absurdas guerras provocadas por la mala gente.

 

La educación es un instrumento fundamental en la lucha global contra la crisis climática. Aunque sabemos que son los países desarrollados quienes más contaminan al medio ambiente, creo que es el momento de esforzarnos en cambiar nuestro estilo de vida consumista por una cultura recicladora y ambientalista.

 

Este cambio climático es una constante variación del clima de la tierra. Los científicos afirman que se produce a causa de la mano del hombre, principalmente por la quema de combustibles fósiles y el gas en nombre del progreso. Como resultado, estamos padeciendo las subidas del mar, los incendios forestales, las sequías y las inundaciones que han ocasionado la migración de 43,1 millones de niños, convertidos en refugiados climáticos entre 2016 y 2021 en todo el mundo, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

 

Por otro lado, estas altas temperaturas como consecuencia del calentamiento global en Europa durante el año 2022 han causado la muerte de 61.000 personas, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature Medicine. Al observar estas graves vicisitudes y de que somos los únicos responsables de esta catástrofe climática, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, asegura que "La era del calentamiento global ha terminado y ha llegado la era de la ebullición global".

 

@es.decirdiario «La era del calentamiento global ha acabado. La era de la ebullición global ha comenzado», ha expuesto el secretario general de la ONU, António Guterres, en una rueda de prensa desde New York. Guterres ha destacado durante gran parte de su conferencia a comentar una de las noticias del día: julio de 2023 será el mes más cálido desde que hay registros. La temperatura media ha estado 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, es decir, de lo que era el planeta antes de calentarse por la quema de carbón, petróleo y gas, y otras actividades humanas. El 6 de julio fue el día más caluroso de la historia, con una temperatura media de 17,08ºC. Este dato desbanca así el récord anterior, que data del 13 de agosto de 2016, cuando se alcanzaron los 16,80ºC de media. “Las consecuencias son claras y trágicas. Niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias huyendo de las llamas, trabajadores colapsando bajo un calor abrasador... Es un verano cruel para todo el planeta. Es un desastre. Y para los científicos, es inequívoco. Los humanos tienen la culpa. Todo esto es totalmente consistente con las predicciones y las repetidas advertencias. La única sorpresa es la velocidad, pero el cambio climático está aquí. Es aterrador y es sólo el comienzo. La era del calentamiento global ha terminado y ha llegado la era de la ebullición global”, cuenta Guterres. Guterres afirma que durante los últimos tiempos sí se han producido algunos avances, pero ninguno va lo suficientemente rápido. La comunidad científica está dividida sobre el uso del término “ebullición global”. Algunos afirman que Guterres ha intentado utilizar un término sensacionalista para llamar la atención de la gente y que los gobiernos empiecen a tomarse esta problemática en serio y otros refuerzan que su discurso y el término empleado es relevante. #cambioclimatico #medioambiente #ebullicionglobal #calentamientoglobal #antonioguterres #onu ? sonido original - ES.DECIRDIARIO

 

En el proceso de aprendizaje de los estudiantes, implica la responsabilidad de reflexionar sobre la alfabetización medioambiental y climática, impulsada por la Organización de las Naciones Unidas, como un lenguaje universal para el cuidado de nuestro planeta. Esta alfabetización nos instruye a no arrojar basura en las vías públicas, adquirir dispositivos electrodomésticos de bajo consumo, cultivar más árboles, apostar a nivel mundial por coches eléctricos y plantear iniciativas de leyes que favorezcan la reducción de la temperatura de la tierra.

 

Como el laboratorio del pensamiento, las universidades no solo deberían limitarse al discurso del cuidado del medio ambiente en sus programas curriculares, sino demostrar que lo hacen: mostrando sus campus verdes, sus centros de investigación sobre tecnologías de energías renovables y asesorando las prácticas agrícolas sostenibles. La Universidad Hebrea de Jerusalén es un ejemplo de esto, ya que cuenta con su jardín botánico natural que alberga la mayor colección de plantas autóctonas de Israel. En Perú, ¿existirá alguna universidad capaz de impulsar el cuidado del medio ambiente con vivencias reales?

 

Estas formas de ver el mundo son productos de cambios de mentalidad. De acuerdo con la ONU, Israel es uno de los países más respetuosos con el medio ambiente y ha transformado su territorio desértico en un lugar verde y con abundante agua, contribuyendo a la sostenibilidad global. En lugar de pugnar por ideología política, los países sudamericanos tienen la obligación de aprender esta experiencia y promover el techo verde, que consiste en fomentar jardines en las azoteas.

 

Impulsar los principios científicos del cambio climático, así como sus consecuencias a nivel global y local, es parte de la función pedagógica que les permitirá a los individuos, tomar decisiones conscientes y adoptar medidas sostenibles. La conexión del ser humano con la tierra se establece desde el hogar y se desarrolla en la escuela, donde se refuerza a lo largo de su formación, concientizando de que ésta es nuestra única residencia segura.

 

Para concluir, la educación desempeña un papel fundamental para desacelerar la temperatura de la tierra, lo que conduce a un futuro más verde y esperanzador. La determinación de llevar a cabo acciones diarias que disminuya la contaminación ambiental, es nuestra decisión personal.

 

@davidauris

 

© David Auris Villegas. Escritor, columnista, profesor universitario y creador del ABDIV

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