LA VIDA DE LOS TRAIDORES
 

Nota del columnista - Muchos pensarán que tenemos una fobia a la Cía. Minera Milpo, o padezcamos del síndrome de antimineritis,   por dedicarnos gran parte de nuestro tiempo a la defensa del pueblo chavinero, cuyos principios han ido hollados, vulnerados, conculcados. Se trata de la sagrada defensa de los intereses supremos de los comuneros de Chavín, que desde hace varios años viene librando una dura batalla contra la empresa Milpo, que ha descuartizado a los comuneros dejando sangrante al pueblo de Chavín.

Como docente, periodista, y comunero nato no podemos estar al margen de la lucha del pueblo. Esa es la razón de nuestros enfoques, inyectados de pura identidad. Milpo ha dividido al pueblo de Chavín. No podemos estar indiferentes. Tenemos que sumarnos al pueblo, quienes aún no hemos subastado nuestra conciencia, ni nos arrodillamos demostrando servilismo  a cambio de dinero y obras.

La cara positiva de Milpo

Entre los años 2003 y 2004, Milpo inicia la exploración de la Mina Cerro Lindo, ubicado en la cabecera del río Topará, entre los caseríos Santa Mejorada y Pámuc. Tiempo en que el pueblo se encontraba unido. Después vino la ambición, codicia y la venta de conciencias, generando la formación de grupo antagónicos. Comenzaron las pugnas y divisionismo bárbaro al ver los dólares de Milpo. Los traidores de aquel tiempo, participantes del conciliábulo pro Milpo, son los mismos que continúan defendiendo, con uña y carne, a dicha empresa. Éstos formaron parte de la meza de negociación, en 2004, enarbolando la bandera de cero contaminación.

Es cierto que Milpo en esa época demostró su cara positiva, sobre todo sus ejecutivos tenían alta preparación y sentido humano como son Francisco ïsmodes. Germán Arce Sipán, Digmar López, Milton Villacorta,  César Gonzáles Ortiz, y Juan Briones entre otros. Ellos no se metieron en la vida de los comuneros ni menos fomentaron el divisionismo como lo viene haciendo ahora.

Inclusive Milpo participó con acierto cuando se produjo el terremoto del 15 de agosto del 2007 entregando víveres y agua a los comuneros damnificados. Se acuñó, entonces, la frase “Milpo y el pueblo”, aliados para el desarrollo estratégico. Poco tiempo duró el maridaje y el contubernio, que en la oscuridad los traidores vivían en los brazos de Milpo. El pueblo se dio cuenta del asqueroso amarre. Entonces comienzan las protestas. Pocos ayer, muchos ahora.

La madre del cordero y las peleas

Al firmarse el espurio Convenio Marco, que ni siquiera se cumple, comienza la controversia, por la troncha, por los dólares. Todo el mundo quería trabajar en la mina. Se peleaban por un cupo de trabajo. Cada dirigente traidor colocaba a la gente de su entorno en Milpo, Resultando así la formación de grupos privilegiados en el interior de Milpo que son las armas de defensa  de esta empresa. De modo los dólares son la madre del cordero. Ahí está el centro de las peleas.

Formación de pequeños empresarios

Algunos comuneros formaron empresa para prestar servicios a Milpo, en donde personas sin preparación y conocimiento, constituyeron empresas, peor sin tener nociones ni ideas. Así por ejemplo un vendedor de quesos, se convertía en empresario de construcciones, cuando ni siquiera había soñado desenvolverse en este delicado campo.

Se calcula que unos 100 “empresarios” chavineros se habrían registrado ante Milpo para que le den las obras. Esta gente, en su mayoría, analfabeta, es la que comenzó hacer las obras, que al final fue un laste, una pesadilla, un despilfarro de dinero. Obras mal hechas, con proyectos “bambas”. El pueblo es el pagano.

Proyectos de agua

Muchos proyectos se tiran al agua como el proyecto del mejoramiento genético ganadero, proyecto cabra, papa nativa, irrigación por aspersión, de la tara y de la quinua, entre varios proyectos que significó la inversión de millones de soles como en el caso de la forestación.

Formación de monopolio empresarial

Treintidos supuestos comuneros se unieron para formar una empresa. Se dijo que ratas, pericotes  y sabandijas se habrían unido. Milpo habría hecho el milagro de unirlos. La finalidad del monopolio es capturar todas las obras de Milpo, vale decir dominar económicamente al pueblo de Chavín, a cambio de “regalar” las tierras a esta empresa abusiva y explotadora.
Chavineros residentes en Cañete, protestan contra Milpo. Líder Félix Manrique, denunciando la convivencia de Milpo y las malas autoridades.