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Érase una vez los tiempos en que ejercer el periodismo era un oficio de hombres de honor

Pero en estos tiempos modernos del capitalismo salvaje, el Día del Periodista, es algo así como homenajear a canes hambrientos.

La manipulación de la información y la desinformación es el pan de cada día de todo el poder político de Chincha, y piensan que ¿vamos a creer de la seriedad de ese homenaje?
 



Por: Eucadio Gutiérrez Solano - Profesor/Periodista

 


El 1 de octubre es el Día del Periodista en el Perú. Hace muchos años ser periodista era un honor, y quienes la ejercían  fueron personajes con dignidad y mucho respeto. Ahora, en más del 90 por ciento de los que se dedican al periodismo, sobre todo en las provincias, son delincuentes, mercenarios y sicarios. Esta noble profesión ha sido prostituida. Cada banda tiene su grupo u organismo protector. Los perversos se juntan y andan en mancha extorsionando y pidiendo plata a las autoridades y funcionarios, y en las reuniones como  en el Día del periodista van en “comparsa” para comer y beber gratis, a manos de las autoridades, empresarios y personajes corruptos, peleándose como canes hambrientos, como si en su casa no tuviera nada que comer y vinieron en ayuna.

Esta acotación no es malsana. Las personas de condición común y corriente lo saben perfectamente. En Facebook y otras redes cuántas veces han sido denunciados por sus pillerías y su asquerosa forma de vivir. De modo, solamente como parte del pueblo, expresamos nuestro malestar y repudio por esta negra manera de vida que enloda el ejercicio de la prensa honesta.

Recalcamos, en las conferencias de prensa y en las celebraciones siempre hemos observado cómo es que  estos “periodistas” se quitan las comidas y bebidas como jaurías salvajes, dado un espectáculo horrible y criticable por los organizadores, en particular por las anfitrionas. Esto no es ninguna novedad. ¡Qué honor, ni qué dignidad!

Con esta forma de actuación canallesca el periodismo responsable y serio ha perdido la consideración y respeto del pueblo. Se viene ultrajando la ética y la moral hace un buen tiempo, sin que nadie le diga nada. El periodismo ya no significa respeto, sino condena y señalización del mal que se ha generalizado y que está a vista y paciencia de todos.

Hasta el momento ningún organismo que representa a la prensa nacional no se ha pronunciado por el surgimiento de los delincuentes de la prensa, de esta nueva banda gansteril, que como los criminales roban y asesinan con la pluma y actúan impunemente, a plena luz del día, “encorbatados”, bajo la protección de las autoridades y empresarios corruptos.

Para mañana ha trascendido que Milpo dará de comer a los “periodistas en la zona de Jaguay, donde está, su planta de “desalinización”, lugar de alta contaminación que en los primeros meses del presente año fueron denunciados por los pescadores artesanales y la prensa responsable, y repetido en las movilizaciones hechas por las calles de Chincha por los moradores de Chavín.  Quién no tiene moral y es contrario a las luchas del pueblo acudirá como perro hambriento a comer los manjares que les dará Milpo supuestamente.

No es nada nuevo que en Chincha las autoridades pagan a los periodistas mensualmente, dependiendo de la agresividad que ponen cuando hablan o vomitan. En el peor de los casos un delincuente llamado “periodista”, saca mensualmente un mínimo de 4 a 6 mil soles mensuales girados por los municipios y empresarios. Nos preguntamos, ¿dónde están los órganos tutelas de prensa como el Colegio de Periodistas, Federación y Asociación de Periodistas?
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