Distrito de San Juan de Yánac, Chincha.

	Por: David Vilcapuma Gutiérrez  Licenciado en Educación Difusor de la literatura oral de la serranía chinchana

Cuenta la leyenda que en su deseo de aglutinar más tierras para su dominio, un ambicioso mandamás de una comunidad campesina, ordenaba a sus mejores súbditos, ir en una expedición a traer nuevas plantas medicinales y un reporte de las tierras en abandono. 

Sin embargo, debían tener cuidado pues se decía que por allí existían enormes serpientes, que devoraban a todos aquellos foráneos que se acercaban a tierras ajenas.

Honrando con tal petición, el súbdito, valiente formó un grupo de hombres para la travesía, pero una vez que llegaron al lugar, la serpiente resultó siendo más astuta, descubriendo las intenciones de los foráneos; así que los hechizó para comérselos. 

Aun así, el súbdito más fuerte y listo, lograba recuperarse en sus sentidos y rápidamente incendiaba la pradera, antes de abandonar el lugar.

Creyéndose que estaba a salvo, corría hacia la altiplanicie, pero la serpiente lo alcanzaba y era entonces cuando ocurriría algo asombroso. 

Este reptil lograba transformar al hombre en un cactus enorme, donde al mismo tiempo éste  cactus, atrapaba a la serpiente y revivía a sus compañeros. 

Retornando a su comunidad, llevándose la cabeza de la serpiente, cómo ofrenda y una parte de la planta que los había salvado la vida, en su afán de cumplir una misión encomendada.

Chincha, marzo de 2023