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Presidente de Comunidad Campesina de Chavín estaría fomentando invasiones de tierras

Con una supuesta tinterillada, habrían festinado que dichas tierras, con título privado, pasen a nombre de la Comunidad Campesina, para favorecer luego a la minera brasilera Milpo Nexa, sin que sus dueños sepan de la usurpación de sus terrenos.

 



  Por: Eucadio Gutiérrez Solano   

 

Aunque parezca insólito el presidente de la Comunidad Campesina de Chavín, Eusebio Chipana Chuquispuma, habría otorgado maquinarias para que su pariente Eusebio Peve Chuquispuma continúe invadiendo tierras de la propiedad intestada de Avelino Solano Rojas, en el caserío de Pampacatas, distrito de Chavín.

 

Lo más extraño, hace 2 años que los socios del caserío, descendientes de Avelino Solano, solicitaron maquinarias para ampliar el terreno agrícola, sin embargo, en complicidad de su familiar, Eusebio Chuquispuma, hizo caso omiso a la petición, para dar paso -más bien- al fomento de la invasión. Existe título de propiedad de dicho terreno a nombre de Avelino Solano.

 

Lo que sucede, con una supuesta tinterillada, y apoyo presuntamente de entonces de la empresa minera Milpo, habrían festinado que dichas tierras, con título, pasen a nombre de la Comunidad Campesina, para favorecer indudablemente a la minera, sin que sus dueños sepan de la usurpación de sus terrenos.  La comunidad no tiene ningún antecedente de poseer dicho terreno, y de otras personas.  Por ignorancia los comuneros perjudicados se callan hasta la fecha.

 

La invasión de terreno producido en Pampacatas por Eusebio Peve Chuquispuma, ya fue denunciado hace 2 años, cuya documentación se halla en la Fiscalía Penal de Chincha. En aquel tiempo, Peve Chuquispuma y sus hermanos arrasaron la siembra de tunas realizados por los descendientes de Avelino Solano Rojas. Según se tiene conocimiento la invasión se habría producido por instigación de su tío Albino Peve Romero, hecho en el anexo de Marcocancha, meses antes de la invasión. Peve Romero, se creía dueño de la comunidad, y gozaba de la influencia que tenía con la mina por su amistad, se cre{ia dueño de todo, se dijo.

 

Según se sabe hoy, el  Poder Económico y Político manejaban los destinos del Perú, desde la luz y la oscuridad, pero denunciado por los comuneros desde el año 2004, que conocían de la existencia de la poderosa organización invisible que, manejaba todos los Estratos del Estado peruano, con la plata de la mina, en que las denuncias de los comuneros caían en saco roto, otros encarcelados, y hay quienes fueron denunciados perversamente. Los comuneros que reclamaban eran perseguidos como terroristas o disociadores o antipatriotas, sucedidos a nivel nacional. En suma los comuneros denunciantes salían perdiendo cuando reclamaban. Pruebas sobran. Se trataba del imperio de la mafia a nivel internacional.

 

 

 

 

                 En aquel tiempo la Comunidad Campesina de Chavín con ayuda económica de Milpo, y se atribuye también con la asesoría de la minera, se habría festinado el Reconocimiento de la Comunidad Campesina, pasando como terrenos comunales, cerca de 40 por ciento de tierras de propiedad particular.

 

 

                 

 

 

 

Los comuneros nunca reclamaron, porque no fueron notificados, sino al caballazo aprobaron que más de 70 mil hectáreas pasen, alegremente, a nombre de la comunidad. Con dicho documento comenzó la fiesta de la vendimia de la tierra a la minera Milpo, y a otros, según “denuncias”, clandestinamente y bajo la mesa, con el concurso ágil de los dirigentes corruptos, que no ven la hora de ser millonarios, dejando la chapla y el sombrero, con las palabrejas de que “local manda”.

 

La invasión de terreno de propiedad privada es un hecho. Eusebio Chipana Chuquispuma no puede cantar la victoria, corre el riesgo de ser denunciado por fomentar la invasión, y se anule el reconocimiento de la Comunidad, por haberse producido violando la Constitución Política del Perú. No se tomó en cuenta el debido proceso. Es nulo ipso jure, ipso facto, ante la realidad.  Veremos si continúa la arrogancia y felicidad de Chipama Peve, y los ex dirigentes que festinaron el engaño a los comuneros propietarios. Un ejemplo tenemos el caso de la Familia Castillón de Huirpiná, cuya propiedad, fue extrañamente desconocida por la mafia.

 

Pues bien, la invasión de tierras está prohibida, Eusebio Chipana Chuquispuma corre el riesgo, aunque se ría, de ser denunciado por la nulidad del reconocimiento de la Comunidad Campesina. Entonces, los ríos de Chavín se cargarán de agua, cuando se deje sin efecto el reconocimiento de la Comunidad. Imposible no.


NB: Los artículos publicados en esta sección de Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

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