Por: Eucadio Gutiérrez Solano  Profesor/Periodista

Hay mucho pan que rebanar sobre el caso sucedido al ex alcalde de Chavín Raúl Solano De la Cruz. Primero sentenciado, después vacado, luego perseguido. Se teje que, una empresa minera habría festinado la sentencia y su posterior vacancia, usando a los traidores, como espada, porque Solano De la Cruz, defendió los intereses del pueblo de Chavín y su lucha por la moralización.

Se sabe que el pequeño grupo de líderes se sometieron a los explotadores mineros ocultando -adrede- la contaminación ambiental y los múltiples abusos que se cometían.

El proceso habría estado orquestado y dirigido, también, para asustar y amedrentar a los pobladores que vienen luchando por su pueblo, y demostrar que gozan de supra poder.
Inclusive, se habló que el juez de la causa tendría vínculos con la poderosa compañía, y en tal sentido su consigna era encarcelar a Raúl Solano, como lección para que los demás luchadores del pueblo, se mantengan callados y atemorizados.

Según la opinión de varios abogados consultados, el proceso seguido contra Solano estaría lleno de vicios procesales; que en su oportunidad el acusado denunció, agregando que el caso habría costado el movimiento de una fuerte cantidad de dinero, distribuido desde Lima, que -en el fondo- evidencia actos de corrupción y prevaricato, cuyo escrito formulado por Solano quedó archivado.  Se especuló, además, que la telaraña de la corrupción tendría su peldaño principal en Brasil, al estilo Odebrecht, la que habría manejado, a su querer, el engranaje judicial contra Solano.

El pueblo chavinero -constantemente- denunció este macabro suceso, de supuesta corrupción, en sus marchas, audiciones radiales y televisivas. Se dio a conocer, entonces, que se habría tejido un complot malévolo contra el presidente de la Comunidad Campesina de Chavín, Raúl Solano De la Cruz, a quien los opositores y traidores de la comunidad, habían puesto su puntería hasta liquidarlo como dirigente.


 

Incidimos, tomando nota de los comuneros, el cargamontón contra Raúl Solano, fue por no someterse a la minera y ponerse al lado de su pueblo, reclamando que se cumpla el Convenio Marco y las adendas, hasta entonces, pisoteadas por la minera, y también la contaminación ambiental.

La posición de Solano contrario a la mina y a los traidores, exacerbó al binomio empresa y malos dirigentes, que habría jurado sacarlo de la directiva comunal, apelando al enjambre de recursos que disponía el maridaje, como rezaba las pancartas durante las marchas.

Para darnos cuenta de la maraña y abuso cometido durante el proceso judicial, sostuvo Solano, “basta seguir los pasos dados por los detractores, que festinó una secuela de hechos, cocinados, debajo de la mesa, en un pacto contra natura, como dice el refrán”: “toma y daca”.

El caso sucedido a Solano es una larga historia, desde el día que fue elegido regidor del distrito de Chavín, y posteriormente cuando fue presidente de la Comunidad Campesina, soportó la guerra sucia y cruel, porque la presencia de Raúl Solano frenó: la venta de tierras a la empresa minera, prestación de servicios, concesión de obras, manipulación de la comunidad, y colocación de sus familiares y parientes en la mina, entre otros favores.

Recalcamos, de modo, Raúl Solano De la Cruz, era un peligro latente que afectaba en forma directa a la mina, desde que fue regidor de la Comuna distrital de Chavín, y a los intereses bastardos de los traidores. Para la sorpresa de los “hijos de la mina, como señalaba Julio Saldaña; Raúl Solano, tras ser presidente de la Comunidad Campesina de Chavín, fuera de todo pronóstico, llegó a la alcaldía  con alta votación, ganando a sus rivales que se creían seguros. Se trata del primer gran triunfo.


 

Primero lo sentenciaron como presidente de la Comunidad, luego lo vacaron siendo alcalde. La extraña sentencia fue por no entregar la camioneta de la comunidad, según se presume, el acto fue tramado a todo trance, siguiendo una tinterillada, más torpe, como si Solano habría querido robar la camioneta. Lo que es totalmente falso e insólito, cuando se hace un análisis serio y responsable, de la sentencia, se descubriría el amarre producido.

El plan irracional de venganza, seguido por los detractores, supuestamente financiado por un titiritero, de eliminar a Solano, sacándolo de la directiva comunal, se cumplió, con la inaudita sentencia, aun cuando el pueblo no se comió el sapo. Cumplido su objetivo los opositores de Raúl Solano, festejaron su triunfo y redoblaron la furibunda campaña de satanización, calumnia y difamación, que hasta hoy continúa con toda “libertad”, hasta acusarlo de homosexual.

Recalcamos, después de la Comunidad, Raúl Solano, candidateó por la alcaldía de Chavín. Para sorpresa de los llamados hijos de la empresa, Solano ganó la alcaldía. El insólito triunfo de Solano De la Cruz trastocó el cerebro de los traidores, enardeciéndolo aún más su espíritu de maldad, y sirvió para contra atacarlos con más furia, y con la sentencia a la mano buscó su inmediata vacancia.

 

Incidimos, la guerra siguió hasta lograr la vacancia del entonces alcalde Raúl Solano De la Cruz, por exigencia de 10 personas que llegaron al JNE, encabezado por Camacho Perla.

La segunda categórica derrota de los traidores, ocurrió que, a pesar de los 8 años de guerra sucia y satanización, resultó elegido alcalde de Chavín Richard Solano De la Cruz, hermano del alcalde vacado injustamente. Este caso, sui géneris, evidentemente produjo ataque de nervios, causando una neurosis colectiva, a los detractores, que aproximadamente 10 meses, no salen de su asombro, y siguen atacando, a todo dar, a los hermanos Raúl y Richard Solano De la Cruz. Como ve, muy caro ha resultado defender al pueblo de Chavín.

El caso Solano se parece lo ocurrido a un pastor evangélico que se hizo picar por una víbora, pensando ser salvado por Dios y murió. A nuestro entender, Solano piensa lo mismo, buscando que Dios les salve, y se encargue de castigar a los traidores.

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