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Recordando a Tayta Cáceres, "El Brujo de los Andes" (1836-1923) | VIDEO

Un día como hoy, 10 de julio 1883, el gran General E.P. Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, se enfrentaba a las huestes chilenas en Huamachuco y fuerzas prochilenas de la Lima Señorial.

El Mariscal Andrés Avelino Cáceres, "El Brujo de los Andes", personificó la resistencia al enemigo invasor chileno y jamás se rindió en la guerra del salitre. Luego de la guerra fue presidente y estableció las bases para la reconstrucción nacional. Insigne peruano.
El Mariscal Andrés Avelino Cáceres, "El Brujo de los Andes", personificó la resistencia al enemigo invasor chileno y jamás se rindió en la guerra del salitre. Luego de la guerra fue presidente y estableció las bases para la reconstrucción nacional. Insigne peruano.

 

Por: Esteban Saldaña Gutiérrez 

Ingeniero Industrial


Un día como hoy - lleno de tristeza, por la hipocresía de la lluvia de Lima - decía un día como hoy, 10 de julio de 1883, el gran General E.P. Andrés A. Cáceres, se enfrentaba a las huestes chilenas y prochilenas en las alturas de Huamachuco.

En ese entonces las botas de los chilenos taconeaban en Lima, humillando a sus habitantes. La clase política, aquella que devenía de las altas clases sociales, por pura conveniencia se habían alineado a los dictados de los invasores. Nuestros más altos dignatarios y generales de cuatro estrellas, resultaron ser de cartón.

El general Mariano I. Prado, Presidente constitucional del Perú y comandante en jefe del ejército del sur, al mes de haberse iniciado la guerra huyo del país. Resultó un cobarde, como años más tarde aparecía otro cobarde que huyo al Japón y renuncio por fax.

Nicolás de Piérola, el califa, el eterno complotador, aquel que asumió la Presidencia del Perú a la huida de Prado, era ahora un cobarde fugitivo, no se sabía de su paradero, decían que se encontraba por las alturas de Ayacucho, a buen recaudo, escondido.

Francisco García Calderón, Presidente accesitario del Perú, se encontraba en calidad de deportado en Chile, humillado, vejado, solo por defender los fueros de su patria.

El general Miguel Iglesias, el títere del ejército chileno, el representante de los hacendados y los grupos económicos de poder, se encontraba en Cajamarca, organizando su ejército para derrotar a Cáceres.
 

 

 

Don Andres Avelino Cáceres Dorregaray, general del Ejército Peruano, ayacuchano, quechua hablante, recorría la sierra centro del Perú, defendiendo el honor de nuestra patria y enfrentándose y derrotando a las mesnadas chilenas.

 


Su ejército estaba compuesto por campesinos, todos naturales del centro, quechua hablantes, que no entendían ni hablaban el castellano, por eso nuestro general los adoctrinaban en purito quechua. Las órdenes militares se daban en quechua: ¡¡ Soldados, Yoracc jaralauman, chailauman. Yana jaralauman, chaylauman!!. (Soldados, hacia la lana blanca, blanca. Hacia la lana negra, negra). El general había ordenado que en cada costado los soldados se amarren lana de color blanco y negro, respectivamente.

Así comandaba este general a su ejército, hasta que llego la batalla de Huamachuco. Aquel aciago día, un día como hoy, Cáceres fue derrotado y con él su bravo ejercito de campesinos pobres, quienes lo llamaban al general Cáceres, como el taita Cáceres.

El Perú se encontraba nuevamente en manos de las hordas chilenas y prochilenas. Allí estaba, en primera línea el traidor Miguel Iglesias, armado por el ejército Chileno, listo para firmar el tristemente "Tratado de Ancón" por la que el Perú perdía nuestra provincia de Tarapacá y entrega Tacna y Arica a Chile, además de indemnizar con millonaria cantidad de dinero a los chilenos.

Desde siempre, mejor dicho, desde la llegada de los españoles, en nuestro Perú hay cobardes, traidores, vendepatrias, sinvergüenzas y ladrones. Igual que ahora, solo con nombres y rostros cambiados.

Video de archivo.


 

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