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La meritocracia de los asnos y la huelga magisterial 2017

¿Qué tipo de capacitación quieren los “expertos periodistas” que critican a los maestros? ¿Saben los críticos en qué modelo educativo se sustenta la educación peruana?

Si sentamos a un maestro y a un periodista y le tomamos un examen de conocimientos generales, indudablemente que el maestro saldrá airoso, no bajándose el calzón como un tal Medina y los otros dos de cuyos nombres no me quiero recordar.
Si sentamos a un maestro y a un periodista y le tomamos un examen de conocimientos generales, indudablemente que el maestro saldrá airoso, no bajándose el calzón como un tal Medina y los otros dos de cuyos nombres no me quiero recordar.
 
 

Por: Eucadio Gutiérrez Solano Profesor/Periodista Q.E.P.D.

 

La huelga magisterial nos ha demostrado la paupérrima educación que tienen los “periodistas” y muchas personas que levantan la voz aplaudiendo “la meritocracia”, como si el mundo se abriera, de par en par, cuando se evalúa a los profesores y esto haría el milagro  de convertir al Perú, en un país de excelencia educativa, como en la época de fujimorato, cuando esto es todo lo contrario y muy discutible.

“La meritocracia de los asnos” significa embrutecimiento y pobreza mental cuando los mentores no saben los fines y objetivos de la educación, vale decir no conocen la política educativa.

Fácil es cuestionar la petición de los maestros referente a la evaluación con una concepción pobre y falta de cerebro. Es increíble dar crédito a un militar como Daniel Mora Zevallos, que padece de “magisterfilia”,  cuya ignorancia les hace hablar estupideces,  y se cometió el error de ponerlo como Presidente de la Comisión de Educación del Congreso de la República.  

Juliana Oxenford, Magaly Medina y muchos conductores de espacios radiales y televisivos se han burlado y reído de los profesores, cuando se han  referido –exaltados- sobre la evaluación de los maestros, éstos horrorizados acusaron a los maestros porque “se espantan  de la evaluación”. Es la demostración atroz de la ignorancia.  La evaluación y capacitación magisterial son buenas cuando el Estado peruano tiene una política educativa destinada a formar buenos ciudadanos, y no orientadas a la preparación hombres mediocres, como son los periodistas que se desgañitan hablando cual cotorras. 

Hace mucho tiempo que el Perú no tiene una verdadera política educativa. Los ejemplos se multiplican. Periodistas, pobladores, electores, profesionales diversos tienen una formación de bajo para abajo, es decir una formación paupérrima, deficiente. Las últimas elecciones son la mejor prueba, y los exámenes (PISA) dados por los estudiantes nos ubican en el último escalón, dentro de otros contextos, porque el Currículo Nacional es un desastre, conducentes para formar cretinos. No es cuestión de profesores, sino el gobierno es el principal responsable.  

 

 

 

«Desde la época del segundo Gobierno de Fernando Belaúnde Terry  no hubo una reforma educativa del Perú. Solamente existieron parches, cambios y alguna modificación intrascendente.» 

 


Las modificaciones hechas se orientaron hacia la formación del “cholo barato”, para que se ponga al servicio de las grandes empresas. El currículo nacional fue destrozado y minimizado conforme a las recomendaciones del Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional. En suma la educación peruana se convirtió en un desastre, al extremo de que un bachiller en sociología sea la máxima autoridad educativa. ¿Qué es esto? ¿Qué posición pedagógica puede dar una perfecta ignorante en materia educativa? 

Desde la época de Velasco Alvarado los maestros fueron capacitados. La capacitación de ese tiempo tuvo que ver con los paradigmas educativos, doctrinas pedagógicas, métodos, procedimientos, técnicas y formas de enseñanza-aprendizaje. En el fondo se centró en la formación del nuevo hombre que el Perú necesitaba, porque la reforma educativa estuvo en manos de verdaderos maestros, no de empíricos, sociólogos, ingenieros, ni abogados. La capacitación de ese tiempo valía la pena. Tenía sentido, un fin específico: la formación de un nuevo hombre, para un Perú nuevo. Ahora la capacitación significa domesticación, formación de autómatas, de profesores tipo o modelo, de acuerdo al querer de un titiritero.   

 

 

« ¿Qué tipo de capacitación quieren los “expertos periodistas” que critican a los maestros? ¿Saben los críticos en qué modelo educativo se sustenta la educación peruana? »

 


Entonces, ¿Qué tipo de capacitación quieren los “expertos periodistas” que critican a los maestros? ¿Saben los críticos en qué modelo educativo se sustenta la educación peruana? ¿Acaso, los profesores no están saturados de capacitaciones y evaluaciones” ¿Si después de tanta capacitación, donde se gastaron miles de millones de soles, por qué la educación peruana está por debajo de otros países? ¿Qué significa las rutas de aprendizaje o rutas de embrutecimiento? 

Por ahí un cretino señaló “si los profesores no quieren capacitación, deben retirarse.  ¿Quién no quiere capacitarse?  Pero que se haga con una concepción pedagógica moderna y realista.  

Ahora, ¿en qué se capacitan los profesores, si no tenemos una política educativa coherente manejada por expertos o especialistas? Lo que temeos es un instrumento lleno de parches y contradicciones, que bestializa a los educandos, y vegetaliza a los profesores.  

El minusvalidismo educativo comenzó con Alan García, que hoy abre la boca hablando de “reforma educativa”. ¿Qué reforma,  si ni el APRA puede reformarse para cambiar su cadavérica posición? 

Lamentablemente los profesores son productos del APRA y del Fujimorismo. En su mayor dimensión han sido “deformados” con paradigmas enlatados que ahora no tienen vigencia y se titularon en serie. No porque ellos así querían, sino porque el  Estado dependiente del fondo monetario así lo quiso, así lo diseñó.  

El problema es complejo no para que los asnos hagan escarnio de los maestros. Hay que mejorar la educación con un criterio científico, como proponía el congresista Jony Lezcano, pensando diferente y mejor que muchos carneros. Si sentamos a un maestro y a un periodista y le tomamos un examen de conocimientos generales, indudablemente que el maestro saldrá airoso, no bajándose el calzón como un tal Medina. 

NB: Los artículos publicados en la Sección Opinión Libre son de entera responsabilidad de sus autores. El contenido no refleja necesariamente la opinión de Huachos.com

 

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