Por: Eucadio Gutiérrez Solano   Profesor/Periodista

Hace un buen tiempo los indios de la calle Lima de Chincha, dedicados por generación a la prensa, vienen cometiendo con frecuencia una discriminación racial inaceptable, ante la vista y paciencia de las autoridades y las instituciones que deben tutelar este hecho que atenta contra los derechos humanos.

Hace poco uno de los hijos de un supuesto violador de su alumna en Campo Alegre, y sacado de la docencia por intentar violar a una madre de familia, conocido en Chincha cono “enano mental”, “feto mechón”, “4 dedos de furia”, “el charqui”, entre otros calificativos, con saña, maldad y mentalidad colonial, atacó al ex alcalde de Pueblo Nuevo, Lucio Juárez Ochoa, adjetivándole de “serranito”, “paisanito” , “pobre diablo”, entre otros términos. En otra oportunidad estos mismos nativos de la raza peruana, creyéndose provenir de una estirpe de “sangre azul”, olvidándose que es un típico cholo “trinchudo”, ha utilizado los términos, al igual que su padre y hermanos, “guanaco”, “recién bajado”, “indio”, “sujeto”, “ladrón”, entre otros términos racistas.

Incluso el alcalde actual César Carranza Falla ha sido víctima del escruto intestinal de estos personajes que se creen moralistas, cuando carecen de solvencia moral, porque cada uno de ellos no tienen nada para demostrar su calidad personal, ni profesional.

 

Estos seres que un tiempo fue calificado como descendientes del cacique “Apu Laica” por el desaparecido periodista Humberto Tasayco Lévano, son los racistas que no pueden ver a las personas nacidos en los andes, aunque los de la sierra, muchos de ellos, son herederos genéticos de los españoles, no como ellos típicos indios que odia a lons indios, a su propia raza.

Que se sepa estos personajes adoraron y apoyaron la corrupción y vivieron de todos los alcaldes, después lo atacan a mansalva, cuando ya no le dan de comer. Así durante el periodo de José Navarro Grau todo toda familia comía y vivía a expensas de la municipalidad provincial. Son tan hipócritas y cínicos, pues en la defensa de los límites de Chincha, apoyaron a la entonces Rufina Lévano Quispe, ex alcaldesa de Cañete. De manera que no tienen moral para hablar de verdad. Pobre indio, que habla de indio.

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