La presidenta de la República, Dina Boluarte, salió con el rostro completamente vendado luego de someterse a una cirugía estética en junio de 2023, según declaró su cirujano Mario Cabani ante la Fiscalía. El médico detalló que la mandataria fue sedada durante el procedimiento, permaneció en reposo absoluto durante cinco días y luego pasó otros cinco sin salir de su casa, de acuerdo con el informe de Hildebrandt en sus 13.

Estas declaraciones contradicen la versión oficial del Ejecutivo, que durante meses aseguró que Boluarte había despachado con normalidad y que la intervención fue por motivos de salud. El detalle de los vendajes y el prolongado reposo revelan que se trató de una cirugía estética mayor y no de una atención médica de rutina, como se intentó hacer ver públicamente.

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Cabani también confirmó que recibió un pago en efectivo de 4.500 dólares por la operación, hecho que ha generado nuevas interrogantes sobre el origen del dinero y el uso de recursos durante el tiempo en que la mandataria estuvo ausente del Palacio de Gobierno.

Video capturado en las redes sociales. Testimonio  de Magnet Márquez, exministra de Educación, dijo – en línea con expremier Otárola – que presidenta presidió sesión de Consejo de Ministros vía virtual, convaleciente, tras cirugía plástica secreta.

Además del impacto estético, el procedimiento tuvo una dimensión política: ocurrió entre el 29 de junio y el 10 de julio de 2023, fechas en las que Boluarte habría estado completamente ausente de las actividades públicas. En ese lapso de tiempo, no participó en eventos oficiales y firmó decretos desde su domicilio, lo que ha generado serios cuestionamientos sobre las prioridades de la mandataria.
Mario Cabani confirma cirugía por motivos estéticos y no de salud

El cirujano plástico Mario Cabani confirmó que la presidenta Dina Boluarte se sometió a una cirugía estrictamente estética, contradiciendo así la versión oficial del Gobierno que intentó justificar la intervención como una necesidad médica. En su declaración ante la Fiscalía, Cabani fue enfático: las operaciones no respondían a ningún problema de salud, sino a motivos personales ligados a la apariencia física.

Esta afirmación fue respaldada por el otorrinolaringólogo Javier Sánchez, quien precisó que Boluarte no presentaba ninguna obstrucción nasal ni complicación respiratoria que ameritara una intervención quirúrgica por salud. Mientras el país era gobernado mediante decretos firmados desde su domicilio, Boluarte guardaba reposo tras una operación estética, manteniendo en secreto la verdadera razón de su inactividad.

Fuente: La Republica