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El arma letal del imperio chino en tiempos de coronavirus: La diplomacia de la generosidad

PANDEMIA COVID-19.

Para comenzar los ensayos clínicos en el Perú, los chinos de Sinopharm entregaron 2.000 dosis adicionales de “cortesía” de las cuales 1.200 fueron para 600 miembros del equipo de la Cayetano Heredia y las otras lo aplicaron a servidores gubernamentales.

Los chinos conocen bien las debilidades de sus asociados latinoamericanos en proyectos comunes. Ellos abren discretamente puertas con dádivas, regalos, coimas, prebendas con el nombre azucarado de la "hermandad entre los pueblos" porque saben que estos países son gobernados por una banda de corruptos privilegiados.
Los chinos conocen bien las debilidades de sus asociados latinoamericanos en proyectos comunes. Ellos abren discretamente puertas con dádivas, regalos, coimas, prebendas con el nombre azucarado de la "hermandad entre los pueblos" porque saben que estos países son gobernados por una banda de corruptos privilegiados.

 

 

Los rusos, la otra potencia hegemónica con su vacuna Sputnik, como buenos toscos campesinos siberianos que son, usan el "kompromat" o sea la extorsión personalizada a los gobernantes de sus países amigos que quieren corromper.

 

 

Los chinos son más sutiles que los rusos, por algo esta raza inventó la tortura china.

 

 

Aparte de las 12 mil dosis de vacunas contra el COVID-19 que entregó la empresa china Sinopharm para las pruebas médicas de la Universidad Cayetano Heredia, adicionalmente proporcionó otras 2 mil dosis, las que se aplicaron fuera de la cobertura de los ensayos clínicos. Entre las personas que se inmunizaron con este lote extra se encuentran más de 50 funcionarios del gobierno de Martín Vizcarra y sus familiares. Al cierre de edición, se confirmó que también se beneficiaron servidores de la administración de Francisco Sagasti.

 

El jefe del equipo que llevó adelante los ensayos con la vacuna de Sinopharm, Germán Málaga, confirmó que el laboratorio chino suministró 2 mil dosis adicionales de “cortesía” para inmunizar a 1,000 personas fuera de los voluntarios del proyecto.

 

El investigador jefe de ese ensayo clínico en Lima, Germán Málaga, de la Universidad Peruana Cayetano Heredia —un centro privado— decidía a quiénes administrar las dosis extra.

 

Entre quienes fueron inoculadas con las 2.000 dosis extras donadas por los chinos se encuentran alrededor de 600 personas que fueron parte del personal médico y técnico relacionado con el proyecto de inmunización de Sinopharm (1.200 dosis).

 

Con las 800 dosis restantes fueron vacunados 400 profesionales que no pertenecían al proyecto de la Universidad Cayetano Heredia, pero estaban vinculados con las pruebas clínicas. En este grupo también se sumaron funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Salud del gobierno de Martín Vizcarra y sus respectivos familiares, entre otros, de acuerdo con fuentes consultadas por La República. Luego se supo que también servidores del gobierno de Sagasti recibieron las dosis.

 

Los hechos son graves porque en lugar de estos funcionarios y servidores debió ser vacunados el personal médico que se encuentra en primera línea en la lucha contra el COVID-19. Por este motivo, la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, dispuso iniciar investigación contra Martín Vizcarra, Germán Málaga y los que resulten responsables por la disposición de las vacunas de “cortesía” repartidas entre funcionarios públicos.

 

Mala práctica

 

“Se puede decir que el gobierno de China lo que hizo fue regalar una ‘muestra gratis’ o de ‘cortesía’ para los funcionarios del gobierno de Vizcarra dispuestos a probar la vacuna Sinopharm, como una forma de convencimiento para que elijan el producto chino y no otro”, dijeron fuentes del Ministerio de Salud a La República. “Es algo que hacen los visitadores médicos que van a los consultorios y obsequian muestras de sus productos para que tener la preferencia”, agregaron.

 

En una comunicación pública, el exviceministro de Salud Luis Suárez Ognio confirmó que él y otros funcionarios y servidores de su sector recibieron la vacuna Sinopharm fuera de los ensayos clínicos de la Universidad Cayetano Heredia.

 

Las fuentes confirmaron a este diario que la vacuna que Sinopharm entregó para las pruebas, así como la que donó al gobierno de Vizcarra, es la misma que compró el Ejecutivo y que ahora aplica a los peruanos.

 

“Sí, es la misma vacuna, pero cuando donaron las muestras para quien quisiera inmunizarse, Sinopharm estaba en proceso de validación”, indicaron las fuentes.

 

El jefe del equipo médico que estuvo a cargo del proyecto experimental de la vacuna china, el médico Germán Málaga, ratificó a La República que el gobierno peruano recibió un lote extra de 2 mil dosis para inmunizar a 1.000

personas.

 

 

“Sí, pues, más o menos (esa es la cantidad, 2 mil dosis adicionales)”, señaló Málaga.

 

También dijo que 1.200 dosis se aplicaron al personal con el que trabajó en el proyecto, con lo que quedaron otras 800 dosis para 400 personas. “Pero no las hemos usado todas tampoco”, apuntó. Entre esas 400 personas se encontrarían los funcionarios y servidores del régimen de Vizcarra que fueron inmunizados fuera de las pruebas de la Universidad Cayetano Heredia.

 

Málaga prefirió no ofrecer más detalles porque dijo que estaba coordinando las cifras con la Universidad Cayetano Heredia.

 

Grave error

 

El nuevo ministro de Salud, Óscar Ugarte, dispuso que se solicite a la Universidad Cayetano Heredia la relación completa de todas las personas inmunizadas con las 2 mil dosis adicionadas donadas por Sinopharm, con la finalidad de fiscalizar si se inmunizaron conforme las normas y protocolos establecidos.

 

Conforme circuló la versión de que serían decenas los funcionarios gubernamentales que se vacunaron, algunos de estos comenzaron a reconocer que recibieron la dosis, como el exviceministro de Pilar Mazzetti, Luis Suárez y la canciller Elizabeth Astete. Precisamente fue la Cancillería la que se encargó de negociar con los chinos la compra de la vacuna de Sinopharm.

 

“Esta vacuna candidata me fue aplicada a mí y a miembros del equipo a cargo de la respuesta frente a la pandemia de manera voluntaria, asumiendo individualmente cada uno el riesgo que implica un producto aún no evaluado en fase 3 y a sabiendas de que se desconocía su eficacia y seguridad”, admitió el exviceministro Luis Suárez.

 

En el caso de Elizabeth Astete, manifestó que debido a que estuvo en contacto con personal de la Canciller y diplomáticos de distintos países que dieron positivo al COVID-19, aceptó inmunizarse fuera del proyecto de ensayo.

 

“Acepté el ofrecimiento de hacerme inocular la primera dosis de la vacuna de Sinopharm el día de enero último, de lo que entendía se trataba de un remanente del lote de vacunas a cargo de la Universidad Cayetano Heredia”, dijo Astete en una carta que difundió por redes sociales. Con la confesión de Astete, queda claro que también funcionarios del gobierno de Francisco Sagasti también fueron inmunizados con Sinopharm al margen de los ensayos clínicos.

 

La excanciller Astete aceptó que cometió un error: “A raíz de la reciente revelación sobre la vacunación del presidente Vizcarra y de su esposa y del comprensible impacto que esta noticia ha tenido en la opinión pública, soy consciente del grave error que cometí”, señaló.

 

Este documento fue publicado por la canciller en su cuenta Twitter ahora suprimido.

 

Ante la ola de críticas por la vacunación subrepticia de funcionarios y servidores del gobierno de Vizcarra, y la confirmación de que también hicieron lo mismo otros del régimen de Sagasti, la secretaria general de la Presidencia del Consejo de Ministros, Paola Bustamante Suárez, solicitó que de inmediato todas las dependencias públicas informen quiénes recibieron las dosis de Sinopharm al margen de los ensayos clínicos de la Universidad Cayetano Heredia.

 

Al cierre de edición, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, confirmó que altos funcionarios de su despacho confesaron que se vacunaron, por lo que les pidió su renuncia inmediata. Ugarte ha dispuesto una comisión de investigación.

 

Sagasti ordena investigación sumaria

 

El jefe del Estado, Francisco Sagasti, enterado de que funcionarios gubernamentales recibieron la vacuna Sinopharm al margen de los ensayos clínicos, dispuso acciones inmediatas.

 

“Ante la revelación de que algunos altos funcionarios públicos se habrían vacunado con estas dosis adicionales, el ministro de Salud ha dispuesto una investigación sumaria para esclarecer estos hechos”, dijo.

 

También esclareció que en su gobierno China no donó dos mil dosis extra de vacunas de Sinopharm.

 

Elizabeth Astete, excanciller

 

“A raíz de la reciente revelación sobre la vacunación del presidente Martín Vizcarra y de su esposa, y del comprensible impacto que esta noticia ha tenido en la opinión pública, soy consciente del grave error que cometí”.

 

Luis Suárez Ogio, exviceministro de Salud

 

“Esta vacuna candidata me fue aplicada a mí y a miembros del equipo a cargo de la respuesta frente a la pandemia de manera voluntaria, asumiendo cada uno el riesgo que implica un producto aún no evaluado”.

 

Fuente: La Republica

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