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Nada que hacer, Estuardo "Tallo" Masías, es el rey de Chincha

En esas tierras sofocantes, pero fértiles nada se hace sin el consentimiento del rey de los huevos y pollos. El empresario pone y saca alcaldes según su lucrativa "bolsa de valores".

 


Por: Eucadio Gutiérrez Solano

 

 

Para que tengan una idea del inconmensurable poder que tiene Tallo en Chincha, experla del Sur Chico. En Chincha Alta y sus alrededores no hay agua potable para todos sus habitantes, si hay es agua turbia que se tiene que hervir para tomarla y solo algunas horas por día, la escasez es desde hace décadas. Sin embargo, Tallo tiene una super granja de más de 20 millones de gallinas, pollos, cariocos etc. Este fauna lucrativa tiene acceso al agua 24 horas diarias y 365 días al año. El hombre tambien es propietario de cientos de hectáreas de plantaciones de mandarinas de exportación que necesitan enormes cantidades de agua y de una gran manada de caballos de polo, pero ¿cómo hace Tallo para tener agua en abundancia y de manera permanente?

 

 

Ha trascendido como enfocamos en nuestro comentario anterior que el “emperador” económico de la región Ica, Estuardo Masías, conocido popularmente como "Tallo', habría influido, a través de la chica K, para que, el JNE nombre como alcalde de Alto Larán a Fidencio Lliuya Laura, personaje conocido como el lugarteniente del quien en vida fue el alcalde César Alberto Magallanes Mendoza "Ñaca", fallecido hace poco por el virus chino Covid-19.

 

Fidencio, de escaso conocimiento, cuyo enlace se habría producido con la muerte de su padre por tomar un poco de mandarina en el río de Huamanpali, supuestamente por agentes de Tallo. Lliuya habría aprovechado el momento oportuno, cuando el alcalde -de entonces- Víctor Martínez Pariona se “peleó” con el poderoso Tallo Masías. Sorpresivamente, Martínez fue derrocado por Lliuya, con la conjetura de haber sido ayudado por Tallo, pedido que habría hecho este empresario cuando la Chica K, llegó a Chincha, y visitó “La Calera”, emporio agro-industrial, de Masías Marrou. (Circula el rumor en las calles polvorientas de Alto Larán que el dicatador Alberto Fujimori sería un gran accionista de La Calera)

 

 

Según los pobladores de Larán, Tallo Masías “pone y saca alcaldes”, al estilo Odebrecht. Todos los alcaldes electos de los últimos 30 años -según se dice- fueron “puestos” por el empresario Tallo Masías. Las evidencias parecen confirmar lo dicho, toda vez que, los alcaldes de Alto Larán se sometieron al dueño de La Calera. En otras palabras, dependían del empresario, éste como complaciente regalaba al municipio huevos, pollos, frutas, y otros pedidos. Los alcaldes abrían la boca, y asunto atendido. Actualmente sucede lo mismo. Fidencio Laura, ahora, regala mandarinas, autoproclamándose de gestor.  Pero cuando se solicita apoyo de panetones, para el CEI 410, para una chocolatada, nunca respondió, ni hizo caso. Se trata de la cara miserable de Estuardo Tallo Masías. Regala, donde puede ganar beneficios.

 

 

El alcalde anterior, Víctor Martínez Pariona, pagó caro con su destitución, por haberse enfrentado a Estuardo Masías, compañero de estudios de Alberto Fujimori, y que multiplicó sus bienes en los últimos 30 años, apoderándose de los restos arqueológico, con la complicidad del Ministerio de Cultura, y los alcaldes de Larán.  

 

El JNE habría incurrido en varios delitos para sacar, en tiempo récord, un dispositivo a favor de Fidencio Lliuya. En el Municipio de Alto Larán, quien llega de alcalde hace lo que quiere y se vuelve todo poderoso, intocable. Pero como todo queda en casa por tener un costo, y un blindaje arriba, conforme se ha visto últimamente, el alcalde como Lliuya hace lo que quiere, con el lujo de pasearse con su querida, dicen por todos lados. El pueblo de Alto Larán es pequeño y tolerante. Con el pensamiento: “dejar hacer, dejar pasar”, ser ciego y mudo, se calla siendo cómplice del caos y atraso que vive el referido distrito.

 

Fidencio Lliuya Laura, cuando llegó a la alcaldía, cuentan los agraviados, como si fuese un dictador, sacó a decenas y decenas de trabajadores, colocando en los puestos de trabajo a sus allegados, obedeciendo por su ignorancia y falta de capacidad, a una mujer que viven en la baja de la Molina, Panamericana Sur. Omitimos su nombre por ahora. Ella era brazo derecho de Ñaca. En suma, Fidencio Lliuya en su comportamiento inhumano, no entendió ni la familiaridad, mucho menos la capacidad. Barrió con todos sus oponentes que laboraban en el municipio.  Se espera que, a partir del 28 de julio, se investigue el suceso y se mande preso a los que hacen lo que quieren y abusan de la Ley, siendo inhumano y abusivo.

 

Fidencio Lliuya es un personaje que está de pantalla como cuentan los observadores. La que manda es una mujer, refieren los quejosos. No conoce el turismo y la cultura, al extremo que el museo de sitio de Alto Larán, gestado por el ex alcalde Martínez, se encuentra abandonado. Los restos arqueológicos se sigue depredando. Huachos.com solicitó una entrevista desde el comienzo, hasta ahora estamos esperando la respuesta.

 

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