Por: Eucadio Gutiérrez Solano    Mag. Químico-farmacéutico y periodista

El año 2020 la “Promoción Túpac Amaru”, de la ex Escuela Normal Superior Mixta de Chincha, cumplió 50 años de haber egresado de esa casa superior de estudios.

Recordar y ser testigo de esa gloriosa promoción es muy grato. Se puede escribir varios libros, sobre la pléyade de sus integrantes que marcaron época y dejaron sublimes enseñanzas. Esa promoción tuvo varios expulsados por causa de sus legítimas luchas. De la misma forma, 5 egresados no pudieron sustentar sus tesis por sumarse a la lucha estudiantil y condenar la corrupción, Rolando Marchan, Palomino, Sanchito, y otros bebieron la cicuta.  

La promoción “Bodas de Oro” logró la “I Reorganización de la ex Escuela Normal Superior Mixta de Chincha”, conjuntamente con los integrantes de la Primera Promoción, liderada por Ajalcriña. Para lograr su objetivo tomaron la Normal, hecho que sucedió por primera vez en la historia de Chincha. En esa toma jugaron la expulsión Ajalcriña, Palomino, Lurita, José Páucar Villegas, Marchan, por luchar por la causa de la formación magisterial, desde luego, todos los alumnos.  José Palomino Guerra fue el personaje corajudo, que llevó al éxito la toma del local y de la Reorganización. Pues él tenía un intercomunicador para enlazarse con los del exterior. Nadie contaba en ese tiempo con un radio intercomunicador. Esto desorientó a las autoridades que pensaban sacarlos a punta de fusil. En el interior no había ningún alumno por el uso del intercomunicador, cuando se pensó desalojarlos. Solamente estaban fantasmas.

En aquel tiempo Chincha tuvo una excepcional autoridad, el Subprefecto de entonces, Juan (Curro) Balsa Tasara negoció, con los alumnos, la reorganización. Esta misma promoción organizó la recuperación del propio que quedaba en Pueblo Nuevo, hoy Tecnológico. Hecho que se frustró por el golpe militar de Juan Velasco Alvarado.  

La Promoción Túpac Amaru, 1970, de secundaria especialidades de Filosofía y Ciencias Sociales; y, Biológicas y Química, fue el motor de muchos lauros. De los egresados, 3 publicaron sus libros: Palomino, Marchán y Gutiérrez.  Y, dos estuvieron detenido por luchar por la causa del pueblo y el magisterio: Eucadio y Rolando. Sanchito por varios años no pudo sustentar su tesis, que ilustraba a los cancerberos.  Y, es la única Promoción cuyo integrante tiene 2 Palmas Magisteriales. Han pasado 50 años hasta ahora mantiene la unidad. Por la pandemia no se pudo reunir. Lamentablemente, 6 miembros de la promoción han fallecido: Albina Lévano Ávalos, Rolando Ugarte Morales, Aldo Rivas Pachas, Vicente Magallanes Matías, Judith Bolívar Napa y José Lévano Crisóstomo, integrantes de la Especialidad de Biología y Química.

José Lévano Crisóstomo

Hablar de los egresados de la promoción 1970 es difícil. En un libro podíamos hacerlo, porque cada quien es una historia de lucha y un horizonte de porvenir y justicia. En cada uno está enclavado la juventud, amistad irrompible, cariño, pulcritud, solidaridad, superación, familiaridad, en fin, la Promoción para mí ha sido mi hogar-escuela, en que, el respeto, consideración y el saber era el trinomio de superación y vida estudiantil.

Nunca será del olvido los nombres de cada uno de ellos. La última vez, el año pasado, nos reunimos, en mi domicilio, con José Lévano Crisóstomo, y otros de la promoción. Vitalia Buendía, Nilda Mejía, Juanita Bohorquez, Anita Izquierdo, Margot Pánits, Las hermanas Quispe, Yolanda Sebastián, etc. no pasaran al olvido, como también los varones Rolando Marchán, Pepe Palomino, Víctor Torres, Tito Saravia, Sanchito, etc. Recordamos, con mucha pena, a los que ya no están, a los 6 grandes maestros de Biología y Química, porque partieron a la eternidad.

No se trata de hablar por ser parte de la Promoción 1970. Se trata de valorar a quienes son grandes maestros, que fueron extraordinarios estudiantes de educación superior.  Hicieron historia siendo jóvenes. Lucharon por la educación desde su formación magisterial, ante catedráticos de nivel, y se entregaron más tarde para formar una generación con valores. Por ejemplo, si hablo de Rolando Marchan requiero de un libro, igual sucede si me ocupo de pepe Palomino. Hablar de Vitalia y Nilda, como ejemplos, tenemos que hablar de sus logros y metas, que merecen tocar como ejemplos para la generación venidera. Decimos, no cualquiera es maestro. Esta promoción, sin temor a equivocarme, todo fue maestro, siempre humilde y honesto, a la luz de la verdad.

En pocas líneas tenemos limitaciones para ampliar. Esperamos hacerlo en otra oportunidad. La publicación del libro por Bodas de Oro se frustró, el flaco Marchan lo tenía avanzado; pero prometemos completarlo y publicar. Si hay omisiones y errores invoco háganos llegar. Con mucho gusto, aceptamos.