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BLOG BUSCANDO AMÉRICA: La alimentación de 0 a 100

Hay la buena nutrición, que es sinónimo de buena salud, previendo enfermedades crónicas, cardiovasculares, cáncer, diabetes etc., pero hay tambén la mala nutrición.

Los gobiernos deben desarrollar políticas, programas e iniciativas para garantizar dietas saludables durante toda la vida, y conseguir que las dietas nutritivas estén disponibles para todos | VIDEO
Los gobiernos deben desarrollar políticas, programas e iniciativas para garantizar dietas saludables durante toda la vida, y conseguir que las dietas nutritivas estén disponibles para todos | VIDEO

 

Por: Luis E. Forero Medina - Abogado/Especialista en
Saluderecho


En la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), los gobiernos se comprometieron a desarrollar políticas, programas e iniciativas para garantizar dietas saludables durante toda la vida, y conseguir que las dietas nutritivas estén disponibles para todos.

Una buena nutrición, es sinónimo de  buena salud, previendo las enfermedades crónicas, como  las cardiovasculares, el cáncer, enfermedades pulmonares y la diabetes, entre otras.

Una mala nutrición, a su vez baja la inmunidad, aumenta la vulnerabilidad a las enfermedades, altera el desarrollo físico y mental, y reduce la productividad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en diferentes publicaciones ha indicado la hoja de ruta de alimentación desde la primera hora de vida hasta los 100 o más años de vida.

De 0 a 23 meses

La lactancia exclusivamente materna debe comenzar a suministrarse desde  la primera hora de vida, y durante los primeros seis meses de vida. Alrededor de los seis meses, se hace necesaria la introducción de una alimentación complementaria, con pequeñas cantidades de alimentos

A los seis meses (180 días),  empezar  a dar a los lactantes alimentos complementarios, además de leche materna: 2-3 veces al día entre los 6 y 8 meses de edad, y 3 veces al día más un refrigerio nutritivo de los 9 a los 11 meses.

De los 6 a los 8 meses, se ha de aumentar el número de comidas: dos a tres al día para los lactantes de 6 a 8 meses, y tres a cuatro al día para los de 9 a 23 meses, con uno o dos refrigerios adicionales si fuera necesario.

Entre los 12 y los 24 meses, tres comidas y pueden ofrecérsele otros dos refrigerios nutritivos, si lo desean. Los alimentos deben ser adecuados (proporcionar suficiente energía, proteínas y micronutrientes)

Hasta los 24 meses o más, continuando la lactancia materna,  introducir alimentos complementarios seguros y nutricionalmente adecuados.

Habérsele suministrado leche materna hasta los 23 meses  o más, además de salvarle la vida, protege al recién nacido de las infecciones, tienen menos probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad y  rinden más escolarmente. A la madre,  se le reduce el riesgo de cáncer de ovarios y de mama y ayuda a espaciar los embarazos.

Niños y jóvenes

Cuando los niños   y jóvenes estén en edad escolar,  necesitan alimentarse de forma sana y equilibrada.  Se les debe proporcionar tres comidas diarias (desayuno, almuerzo y cena o comida al final de la tarde). Si el niño es muy activo o tiene bajo peso, agregar algunas colaciones extras cada día. En los países en desarrollo la FAO apoya en Programas de alimentación escolar  que contemplen  “alimentos inocuos, variados y nutritivos producidos por pequeños agricultores locales”. Las necesidades nutricionales del niño en edad escolar son altas, y el adolescente tiene en proporción mayores necesidades de nutrientes en promedio que el adulto.

Adultos

Los adultos jóvenes aunque “generalmente los son los miembros mejor nutridos de la familia”, según la OMS, corren riesgo de obesidad o sobrepeso, en caso de no tener hábitos alimenticios saludables heredados desde la primera hora de vida.  Igualmente pueden estar expuestos a estar malnutridos, subalimentados o desnutridos. En todas las  etapas  de la vida, estas Organizaciones recomiendan evitar  alimentos y bebidas, altos en sal, grasas saturadas y grasas trans, azúcares libres. Comparando mujeres con hombres, las primeras  en edad reproductiva tienen más necesidades nutricionales que los varones adultos. En el embarazo y lactancia,  las necesidades nutricionales de la mujer son mayores que en otras etapas de su vida. 

Adultos mayores

Aunque las personas mayores gastan menos  energía que los adultos jóvenes, “sus necesidades de proteínas y de micronutrientes se mantienen” , para lograr un envejecimiento saludable. “Los ancianos, como todos los demás, necesitan una buena alimentación que satisfaga todas sus necesidades nutricionales” (FAO). Los  enfermos, pese a que  no estén activos, deben comer bien.

@luforero4

 

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