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Las 87 primaveras de Doña Tere

Doña Teresa Pérez de Sarmiento forma parte de los notables de Pacho Cundinamarca. Una mujer con conciencia social comprometida con el progreso de Utica.

Su esposo era don Enrique Sarmiento. Se le describe como luchador, trabajador y panelero, por lo que nunca tenía sino lo mínimo con que sobrevivir. La panela es un concentrado de melaza de azucar y sirve como thé para el desayuno.
Su esposo era don Enrique Sarmiento. Se le describe como luchador, trabajador y panelero, por lo que nunca tenía sino lo mínimo con que sobrevivir. La panela es un concentrado de melaza de azucar y sirve como thé para el desayuno.

 

Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho


87 años son los que cumple Doña Teresa Pérez de Sarmiento, aunque ella dice que no son tantos, sino 80; sin embargo, se sabe de fuente fidedigna que nació un   31 de agosto de 1932 a las tres y media de la tarde, un sábado, como hoy¸ en San Agustín al sur del Huila.

Su vida gira en torno a su tierra natal y a los municipios de Utica en la provincia de Gualivà y Pacho, capital de la Provincia de Rionegro.

Llegó a Utica por allá en el año 1974 con el ánimo de adquirir la primera finca; procedía de Pacho Cundinamarca, a donde vivió “años duros, y muchas bocas que alimentar, vestir, educar, apoyar”; sin embargo, junto con su esposo, don Enrique Sarmiento Pérez, sacaron  profesionales a sus 7 hijos; además de la mano providencial que les dio su Tía Berta, dama prestante de esa distinguida familia, tan vinculada al municipio de Pacho.

Para el eminente abogado Pedro Enrique Sarmiento Pérez, “Hoy es un día de grandes contrastes familiares”. Doña Teresa Pérez de Sarmiento, cumple 87 años; mucho tiempo, pero a la vez pocos, como en el caso de esta venerable dama, hija por derecho propio de nuestro municipio, que ha soportado un “largo trajinar por la vida. Levantó 8 hijos, que, en medio de un alboroto diario, pedían, exigían, demandaban y ella solícita dedico su vida a criarlos, educarlos y a empujarlos para que fueran profesionales exitosos y buenos trabajadores”.

Doña Teresa Pérez de Sarmiento es supremamente recordada en Utica por haber fundado a principios de los 90, y atendido personalmente con la colaboración de sus amigas por muchos años el Ancianato de Utica, en donde  sus huéspedes nunca padecieron necesidades. Doña Teresa desarrollaba una intensa labor para que los cerca de tres decenas de viejitos vivieran a la altura de la edad; ora pidiendo semana a semana para darles de comer, ora   organizando bingos en Bogotá.  El doctor Pedro Sarmiento P., señala que “Todo Utica les ayudó”.
 

 


 

Por petición de doña Teresa, la Directora Nacional de Bienestar Familiar de esa época adjudicó en comodato una casa en las afueras de Utica, para acoger a sus apreciados ancianos, los más vulnerables.
 

 

La casa fue entregada por intermedio del Municipio, allí vivieron años, sin que nunca les ocurriera nada. Desafortunadamente esa obra social decayó cuando Doña Teresa no disponía de las fuerzas necesarias que supone ese trajín.

Aunque la alcaldía de Utica “ayudó al sostenimiento, a regañadientes en muchas ocasiones”, la obra encarnada por Doña Teresa ya no funciona.

Su perfil de esposa lo describe admirablemente Pedro, “Atendía con abnegación cristiana sus deberes de esposa, en ocasiones con exagerada resignación y obediencia. Sin olvidar que con discreción y sin espavientos regentó su casa, su matrimonio, sus privaciones económicas, las crisis paneleras, sus frustraciones, la enfermedad de Juanito, al que nunca descuidó”, “mi chinito” cono lo llamaba.

Su esposo era don Enrique Sarmiento, descrito como “Hombre garboso, hablador, exagerado, al que en sus alegres conversaciones y en medio de evidentes exageraciones don Teodoro Mahecha le decía: “mérmele don Enrique”. Se le describe como luchador, trabajador y panelero, por lo que nunca tenía sino lo mínimo con que sobrevivir.

 

 

 

Los hijos de doña Tere son orgullos porque “Siempre pagamos la educación y nunca nos dieron puestos políticos”, pese a que su padre era “digno en la política, militante activo, ardoroso luchador por sus ideas”, pero no daba el brazo a torcer en esas lides.“

 

 


No transigía con facilidad, pero nunca aprovecho a sus parciales políticos para buscar favores”

Utica es muy importante para esta pareja en atención a que “los acogió como nativos”

A pesar de su edad, doña Teresa sigue influyendo notablemente en este municipio; “defiende y presiona porque los habitantes de Utica no bajen la guardia. No importa que sean algunos desagradecidos, dice, siempre hay que ayudar y apoyar. Cuántos le deben sus primeros empleos, o el empujoncito para que los vinculáramos en las instituciones a las que teníamos acceso. Algunos ahora pasan de largo cuando la ven”; pero esos son la minoría; porque cuando doña Teresa està en Utica, lo que le sobran son muestras cariño y respeto.

¡Feliz cumpleaños! 
 

@luforero4
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