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La universalización de la salud en el Perú

En el papel, abarca toda la gama de servicios de salud esenciales, desde la la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos, pero debe tener el presupuesto adecuado.

 

Por: Luis E. Forero Medina  Abogado/Especialista enSaluderecho 


La cobertura sanitaria universal (CSU) implica que todas las personas y comunidades reciban los servicios de salud que necesitan sin tener que pasar penurias financieras para pagarlos.

 

Abarca toda la gama de servicios de salud esenciales de calidad, desde la promoción de la salud hasta la prevención, el tratamiento, la rehabilitación y los cuidados paliativos (Organización Mundial de la Salud, OMS).

 

Dicho  derecho fundamental a la salud está contemplado en varias  constituciones nacionales en el mundo; en el Perú lo consagran numerosos  instrumentos internacionales de los cuales el país es signatario, en  el artículo 7 de la Constitución Política y varias leyes, principalmente la  Ley Marco de Aseguramiento Universal en Salud de 2009, y recientemente en  septiembre  de 2018 varios países, entre ellos el Perú, suscribieron en las  Naciones Unidas una declaración donde se comprometen  a impulsar la cobertura universal de la salud, calificada como la declaración política más  ambiciosa y amplia en la historia; lo que implicó expedir el Decreto de Urgencia N° 017-2019 que establece medidas para la Cobertura Universal de Salud.

 

Ese  esfuerzo a veces considerado vano, se remonta en este país  al año 1936, cuando surgió el  Seguro Obrero, extendido diez años después a más beneficiarios; sin embargo solo fue en  2001 cuando se agruparon todos los seguros  en uno solo: el Seguro Integral de Salud (SIS), creado para cubrir a la población pobre e indigente, de donde provienen más de cuatro y medio millones de peruanos que aún no cuentan con seguro en salud, la mayoría  mujeres, niños, personas de la tercera edad y en condición de discapacidad,  minorías étnicas, poblaciones indígenas y afrodescendientes, los migrantes y  los pacientes con enfermedades crónicas. La situación de falta de cubrimiento total  se empeora en la medida  que no es cubierto el déficit absoluto de personal de salud.

 

Aunque los distintos gobiernos estén inspirados de las mejores intenciones en el sentido de amparar en salud a todos los habitantes, si los bríos no van aunados a aumentar  el presupuesto para ese fin, todo queda en la letra muerta, y entretanto los más vulnerables seguirán excluidos y en peligro su salud y vida.

 

De momento, se destinarán para ese fin 900 millones de soles para financiar su implementación, la constitución de varias Comisiones encargadas de su materialización y la fijación de unas metas que se ejecutarían en el menor tiempo posible. En materia de financiación en la cobertura en salud universal, la mayoría de naciones se comprometieron  a cumplir el Pacto 30.30.30, anunciado en abril del año pasado,  que fija la asignación de al menos el 30 por ciento de la financiación pública para la salud al primer nivel de atención para 2030.

 

El Informe de Monitoreo Global 2019 llama a todos los gobiernos a invertir un uno por ciento adicional de su Producto Interno Bruto en atención primaria en salud.

 

Además, la cobertura sanitaria universal supone  humanización, eliminación de barreras para su  acceso, fundamentalmente de tipo geográfico, económico, sociocultural, de organización o de género; mayor inversión en  atención primaria,  proveer medicamentos seguros, eficaces y asequibles a todos los bolsillos, incluso a los vacíos,  y prestar servicios integrales de salud adecuados, oportunos y de calidad de acuerdo a las  necesidades de las personas.

 

Los diez beneficios de universalizar la salud, conforme a la Organización Panamericana  de la Salud (OPS), son los de proteger a todas las personas, promover  la salud y el bienestar, reducir la pobreza, favorecer el desarrollo, promover el empleo,  asegurar  la protección financiera,  prevenir  y controlar enfermedades,  favorecer sociedades incluyentes, promover  entornos saludables y salvar vidas.

 

En materia de aseguramiento universal “aún tenemos un largo camino por recorrer. Alrededor de 400 millones de personas-uno de cada diecisiete ciudadanos del mundo-no tienen acceso a servicios sanitarios esenciales”, señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
 

@luforero4

 

 

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