Por: Eucadio Gutiérrez Solano

Insólito pero cierto. Hace más de un año se encuentra abandonada la construcción de una mini represa en el distrito de Chavín (Chincha). Se trata de la “construcción de un reservorio con sistema de riego tecnificado de 30x20X2.5m, con salida de 2”, ubicado en el sector Iscachina, anexo de San Florián, aprobado en la reunión del Presupuesto Participativo de 2018, para su ejecución en el año 2019, presentado por el agente participante Héctor Castillón Solano.

La primera etapa inició a construirse a inicios del 2020, un año después de lo programado. La desgracia y preocupación de los agricultores es que, desde esa fecha quedó abandonada la obra, a su suerte.

Según la Ley de Presupuesto Participativo, ninguna obra puede quedar abandonada, a medio construir. De tal modo, dejar en la mitad de hacer una obra, que beneficia a los agricultores del lugar, está penado. Por consiguiente, se pide la intervención de la Contraloría de la República y de la Fiscalía correspondiente, por el abandono de la obra, por parte de la Municipalidad distrital de Chavín. El proyecto agrícola ha quedado sepultado, por culpa del municipio.

El municipio de Chavín, ha hecho oídos sordos, a los constantes reclamos que se ha hecho, por medio de la prensa. Se tiene conocimiento que la Municipalidad de Chavín ha venido realizando otras obras proyectadas en fechas posteriores, extrañamente del mismo género, olvidándose del terminado: “Colocación de geomembranas y tuberías para la captación y riego”, para dar agua unas 6 hectáreas de tierras agrícolas, que por falta de agua se encuentra sin cultivo, desde hace muchos años. Se proyectó ferias anuales y fomento del turismo, que no entienden los regidores de Chavín.

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El terreno original perteneció a Atanasia Rojas de Solano, quien pereció, 1952, con su nieto, precisamente en el lugar, a causa de un Huayco. Ahora sus descendientes, desde 2017, vienen haciendo mil esfuerzos y peticiones para cultivar el lugar, que antes producía abundante cosecha de durazno, pacaes, achira, calabaza, maíz, papa, habas y yacón, entre otros productos. Era la mejor zona agrícola pegado al anexo de San Florián.

A inicios del presente año se presentó un proyecto de reconocimiento -por parte del municipio- la “Fundación Atanasia Rojas”, encargada de hacer producir la tierra de Iscachina. La presente autoridad, al parecer, ciego en la administración pública, ha mando al tacho la petición formulada, que contenía sustentos de vital importancia, para el desarrollo de Chavín que, contaba con la aprobación del Científico Peruano Bruno Castillón Lévano, sabio del lugar.

Foto izq.:  El alcalde y sus asesores analizan el lugar para la construccion del reservorio. Foto der,: Varios años despues los comuneros siguen esperando el crecimiento de los arboles plantados.

La Contraloría de la República debe intervenir en el acto, por burlarse de la ley, juzgando al alcalde Richard Solano De la Cruz que, según denuncias, es una pesadilla para Chavín. El distrito de Chavín es un pueblo millonario con la presencia de la mina, al extremo que el alcalde, que le sobra plata, donó una ambulancia a la posta de salud, que de acuerdo a la realidad no tiene pacientes que atender, ni trasladar con urgencia a Chincha; dejando en lado la terminación de la construcción del reservorio de Iscachina. Calculamos que en el distrito de Chavín viven unas 10 familias. Esas 10 familias no se atienen todos los días. La burla y usufructo indebido de las arcas del municipio sucede desde hace mucho tiempo. Hasta la Fiscalía y la Contraloría duermen y duermen.